Building Biblical Worldview: The Three Loves is being translated into Spanish. For now, here is a short version of Chapter 4. For a PDF of “El Modelo de los Tres Amores” click here.
El Modelo de los Tres Amores
Joe Neff
El óptimo desarrollo de una cosmovisión bíblica para la escuela Cristiana sucede cuando en la vida del docente hay una convergencia viviente entre su amor por Dios, el amor por sus estudiantes y el amor por su materia académica. El amor verdadero se apasiona por conocer más acerca del ser amado para poder darle lo mejor.
En un aula donde se experimentan los tres amores, al momento de enseñar hay un esfuerzo por indagar en lo más recóndito del conocimiento y el corazón el ejemplo más efectivo, la información más relevante, la actividad que atrape mejor a nuestros estudiantes y no los deje escapar. Verdad y vida son aprendidas. ¡El amor se apodera de todo!
Advertencia
El peligro de analizar este modelo, partiéndolo en pedazos para entenderlo, es que podemos pensar que hay una fórmula o receta que permitirá a cualquier maestro, en cualquier lugar y momento, crear una experiencia de cosmovisión bíblica. Es importante conocer y usar las partes del modelo que aquí compartimos pero estas sólo funcionarán cuando un docente en un determinado momento y lugar decide ponerlo en práctica.
Todas las ideas y teorías de los grandes educadores deben tomarse como fuente de inspiración y desafío, no como modelos a replicar, ya que no funcionarán igual en diferentes circunstancias y con diferentes personas. El modelo de los tres amores postula el punto de intersección de Dios, estudiante y materia académica como el sitio perfecto en el cual todo docente debe aspirar estar. Recuerde: este es un modelo, no una receta a seguir.
Simplemente, ame
Docentes expertos en desarrollar una cosmovisión bíblica son aquellos que aman a Dios, a sus estudiantes y su materia académica.
El concepto parece simple, pero toma toda una vida perfeccionarlo y practicarlo. El amor por cada uno de estos nunca termina y siempre nos estará desafiando a ir más allá. ¡Esta es una aventura por la que vale la pena vivir y servir!
Esta tarea requiere ir más allá de los límites del horario, el aula y el currículum. ¡Maestros que sinceramente aman a Dios, a sus estudiantes y su materia académica son los que logran que sus alumnos anhelen venir cada día a la escuela!
Los Tres Amores Encarnados en el Docente
El modelo es simple, pero no se trata simplemente de conocer a Jesús, entender a los estudiantes y obtener un grado académico especializado. El amor del que estamos hablando implica una pasión que nunca queda satisfecha o termina. Este amor se convierte en una obsesión por estar siempre aprendiendo, siempre creciendo, siempre esperando, de modo que al momento de la lección—en tiempo y espacio real, hay un sentido indescriptible de expectativa y gozo.
Esta es una clase de docente que, honestamente, es difícil de hallar. Por tener su enfoque en Dios, sus estudiantes y su materia, este docente no le interesa promoverse a sí mismo. Sus logros no son motivo de envanecimiento. Esta clase de docente no se da fácilmente por vencido, porque sabe que siempre hay más que esperar. Aun cuando algo sale mal en su trabajo, sabe que al final la pasión volverá y el amor nunca deja de ser. El verdadero amor es un compromiso, no un sentimiento. Este docente transpira y contagia la verdad porque sencillamente no la puede contener.
Es maravilloso ser la clase de docente que tiene algo que ofrecer que los demás no tienen. A tus estudiantes no les importará aprender hasta que ellos se den cuenta que ellos son importantes para ti. El impacto del aprendizaje es mayor si el docente demuestra su apasionado interés, no sólo por los estudiantes, sino también por Dios y su materia.
Dos de Tres no es Suficiente
Para lograr este impacto memorable se requieren los tres amores. Una rica cosmovisión bíblica no sucede cuando alguno de los tres queda fuera. Algunas cosas buenas se darán, pero fácilmente podemos conformarnos con ser de los que elijen hacer dos de tres y esperar que con ello tengamos una grandiosa educación cristiana. Esto es lo que sucede cuando hacemos dos de tres.
Erudito
Si un maestro sólo ama a Dios y a su materia se convierte en un erudito. Ciertamente necesitamos eruditos cristianos, pero no en el aula de clase donde estamos tratando de impactar las vidas de los estudiantes. Este docente fallará en tener un alcance eficaz con sus estudiantes, porque no le importan. No tiene motivación para orar por ellos, conocerlos, o encontrar maneras de conectar con ellos.
Secular
Si un docente sólo ama al estudiante y a la materia académica es un docente secularizado. Esto es inaceptable en una escuela cristiana. Si no hay diferencia entre lo que hacemos y lo que hace el otro colegio del vecindario, entonces perdemos nuestro distintivo. La esencia de la educación escolar cristiana es incluir a Dios en toda nuestra enseñanza. Dejar fuera a Dios puede suceder aun en un aula donde haya una profesora cristiana, con alumnos cristianos en una escuela cristiana.
Superficial
Y si tenemos un docente que ama a sus estudiantes y a Jesús, pero no la materia que enseña, lo que tenemos es una clase de escuela dominical o grupo de iglesia, pero no una clase de matemática o ciencia. El objetivo del colegio es ayudar a los estudiantes a aprender contenido académico para vivir una vida que agrada a Dios. Glorificamos a Dios no sólo al adorarle y amarle, pero también al ser la mejor escuela que podamos ser, haciendo bien lo que se espera de nosotros como institución educativa, no como iglesia.
¿Satisfecho?
Cada uno de estos tres escenarios tiene su lugar, pero no podemos estar satisfechos con estar haciendo sólo uno o dos de ellos. Ninguna clase en nuestra escuela debiera estar siendo enseñada por un docente que se conforma con exhibir erudición celestial, ofrecer alta academia secular o dejar de cumplir a fondo la misión educadora de la escuela.
Espero que su aspiración sea estar en ese punto ideal, al centro del modelo de los tres amores como la clave para desarrollar una cosmovisión bíblica en su tarea docente. Si usted alguna vez tuvo un maestro así, conoce el impacto que eso puede causar y es lo que logrará con sus propios estudiantes si abraza y practica este modelo.